La tradición, la inovación y la calidad son nuestras principales premisas para conseguir un producto de gran valor apreciado en todas partes del mundo
Que nuestros productos sean de gran calidad no tan es sólo fruto de nuestro buen hacer y de la raza de nuestra cabaña porcina. Gran parte de nuestro éxito se lo debemos a la tierra de dónde procedemos.
Extremadura nos regala unas increíbles dehesas donde los animales pastan a sus anchas. Y es justo en la bellota, fruto de las encinas y alcornoques de nuestras dehesas, donde los ejemplares encuentran los nutrientes y oleicos imprescindibles para que nuestras elaboraciones sean de la más alta calidad, muy agradables al paladar y beneficiosas para la salud
La bellota está compuesta de almidones y de ácido oleico, un tipo de grasa monoinsaturada que nos ayuda a regular nuestro metabolismo. Con su consumo conseguimos reducir el llamado “colesterol malo” y prevenir las enfermedades cardiovasculares.
El ejercicio que nuestros animales realizan por la dehesa en busca de la bellota, junto con las características propias de su raza es primordial para conseguir una mayor infiltración de este tipo de grasa. Así se consigue una carne de excepcional textura, color, olor y sabor.